UN MENSAJE PARA BORIC O KAST O SUS ASESORES
Hay oro detrás de la montaña, algunos solo ven la montaña y lo del oro es una leyenda. Otros están comenzando a desplegar las expediciones…
Como ustedes eventualmente saben, he estado casi una década trabajando en esta industria desde la fundación el 2012 del centro de innovación del litio (CIL) en la Universidad de Chile. Esta antigua y humilde industria cuyo origen es la extracción asociada a la minería no metálica, se enganchó curiosamente a una cadena de arrastre enorme que es tirada por un “mainstream” poderoso, un "MONSTRUO" de varias caras, pero claramente identificable. Quizás la mayor revolución industrial y social de la humanidad en el menor plazo.
Todo ha sido favorable a este “MONSTRUO”, como la crisis del cambio climático, la crisis de la pandemia, la revolución industrial energética-digital que implica la fusión de internet y las redes de energía (que visualizamos hace unos años como el fenómeno Iota+épsilon,) e incluso la consolidación de los robots, cambio de paradigma del transporte y potente industria aeroespacial que está emergiendo fuertemente, así como el evidente advenimiento de las biotecnologías de salud, ad-portas. Todo ello además mezclado y empujando fuerte como un huracán que aumenta de grado.
Hay oro detrás de la montaña, algunos solo ven la montaña y lo del oro es una leyenda. Otros están comenzando a desplegar las expediciones…
Es evidente que la generación y uso de la energía del futuro requiere grandes transformaciones. No hablaré de la electromovilidad, pues, aunque impactante por las cifras de dinero de las que hablamos, es un dato solamente. Tampoco del Hidrógeno verde, pues es ya conocida como una de las tecnologías potencialmente revolucionarias, tan solo mencionar otras potencialmente increíbles, como las centrales nucleares portátiles (Radiant-Tesla ) o la nueva generación anunciada de satélites de Star-link, que permitirá finalmente conectarse desde cualquier dispositivo a la red satelital de datos, que implica el nacimiento de la primera compañía de comunicaciones espacial global directo a suscriptores.
Lo concreto es que la demanda de Litio crecerá desde 350Kton/año a 1.000Kton/año al 2025 y unos 10.000Kton/año como mínimo en régimen, desde el 2033 en adelante. Esto es pasar de un mercado de US$ 3.500-5.000 Millones a un mercado de entre US$ 100.000-200.000 (considerando en el máximo precios iguales al actual o los más bajos de los últimos años). Ello es comparable al mercado del cobre.
¡¡ TREINTA VECES, NO 30%, EN APENAS 12 AÑOS!!
Al respecto, están comenzando a aparecer las nuevas tecnologías para explotar y refinar el litio de nuevas reservas y con metodologías novedosas y muy interesantes lo cual también ocurrió con el petróleo en su momento (leer este interesante artículo al respecto, sobre nuevos procesos de TESLA en EE. UU. al respecto)
Las empresas ya instaladas en Chile, los incumbentes SQM y ALBEMARLE que producen litio refinado para baterías (producto final con alto y sofisticado componente industrial) están pensando en cómo aumentar su producción en al menos 10 veces en los próximos 10 años.
Su ventaja es que lo que producen hoy requiere para un entrante al menos 7 años de enorme inversión y riesgo. Es decir, hay sólidas barreras de entrada. Los incumbentes serán sí o sí, enormes empresas globales en los próximos años y probablemente su futuro transcurra en expansiones en la cadena de suministros del MONSTRUO.
Hoy lo están realizando a través de grandes inversiones para crecer, tanto en su propio rubro a nivel local y global (en nuestro caso, Chile, para superar las limitaciones/inseguridades políticas y limitaciones de reservas) y a nivel transversal, en M&A con compañías vinculadas hacia el down-stream, incluyendo con algunas del main-stream, siguiendo el ejemplo actual en las industrias y la geopolítica en este aspecto. OJO Corremos el riesgo que por razones de ceguera ideológica o simple razonamiento local o regional de vista corta (nacionalizar, potenciar, exigir, aumentar impuestos, etc) las empresas incumbentes desarrollen su expansión lejos de Chile y pasemos a ser del segundo lugar mundial, al décimo o peor.
Chile como país, como una visión estratégica, tiene una posición muy atractiva en dicho futuro, aunque de ninguna manera asegurada. Lamentablemente no es visualizado con rigor por la elite empresarial e industrial o incluso del futuro gobierno.
Sólo se ve la montaña, pero no la olla de oro detrás de la misma, que yo veo muy claramente. Mientras no se pueda ver y evaluar el monto de oro, cualquier plan para superar la montaña es precoz, ingenuo e irresponsable. Ello no se pregunta por Google. Hay que hacer un triple clic profesional y fuera de la caja, especialistas, rigor y mucha experiencia y heridas de guerra.
Piensen solamente en la industria proveedora y de servicios de la minería no metálica. Piensen en la logística. Piensen en las posibilidades emergentes aun de todo tipo de industrias vinculadas a la energía, baterías, almacenamiento, autogeneración, instalación especializada de nuevas vinculaciones eléctricas, como paneles solares en la industria de la construcción, o redes de alimentación de vehículos eléctricos o combustibles sintéticos para la flota de combustión interna incumbente que subsistirá varias décadas. Nuestra desgracia de no producir combustibles fósiles se transformó en una vacuna contra los anticuerpos sindicales y empresariales en este pantano al futuro.
Como consultor enfrentado sorprendido a este porvenir enceguecedor por una década, he sido requerido por muchas compañías nacionales e internacionales y me sorprendo de algunos de sus planes. Hay mucha gente explorando en Chile. Muchas empresas interesadas en la “Innovación” como concepto, pero aún el tema es tratado en forma aficionada y ambigua.
Las grandes apuestas concretas solo las veo en los países industriales, aunque no percibo realmente ventajas tecnológicas, tan solo de capital, disciplina y la valentía de mirar el sol con los ojos abiertos.
Ellos ya están preparando sus equipos de explorador y entrenándose para las expediciones a la montaña, tienen planes y mapas, fondos de expedición. Nosotros, Chile, sutilmente percibimos la existencia del oro, pero no queremos profundizar en preparar expediciones, a lo más algunos paseos amateurs, de poco riesgo, quizás a fisgonear un poco...
Cualquiera sea el gobierno, tiene la obligación intelectual mínima de evaluar, no sólo visualizar en “general” el oro detrás de la montaña. Evaluar significa con pragmatismo, con disciplina, con evidencias y sin doctrinas.
Es importante tener en cuenta que este futuro es en gran medida de GEOPOLÍTICA, no de política local.
En este lado de la estrategia, veo a Chile extremadamente débil y desaprovechando las oportunidades que nos ha dado el prestigio por el éxito de la vacunación, cuestión que otros países, como Israel no ha desaprovechado.
Necesitamos líderes del futuro jóvenes que junto a los seniors que vienen de vuelta, construyamos un futuro plausible y entusiasta. Todo ello dirigido y apoyado por un liderazgo entusiasta del gobierno que sea, pero aceptando sus limitaciones de ceguera y falta de agilidad en los detalles. No un mesías multipropósito de tipo genérico.
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