¿Cuál es el país ideal? El más rico, el más feliz, el con menos desigualdad, el con menos pobres, el más humanista, el con mayores oportunidades, el con mejores paisajes, el con mejor promedio de lo anterior, etc.
¿Cuál es la persona ideal? La más feliz, la más solidaria, la más inteligente, la más humilde, la más rica, la más poderosa, la más respetada, la más bella, la más religiosa, la más generosa, la con mejor promedio de lo anterior, etc.
Noruega, es un país candidato, un país con un ingreso per cápita corregido de US$ 60 mil, tres veces el de Chile, con pobreza igual a cero. Son 5,5 Mills de habitantes. Muy civilizado. Modelo de bienestar.
Nueva Zelanda, IPCppa de US$ 40 mil, con 4 Mills de habitantes, una naturaleza de película (literalmente muchas películas de paisajes increíbles se filman allá). Economía de mercado, capitalista.
Israel, con US$ 37 mil per cápita, con unos 8 Mills de habitantes, profundamente religioso, una economía de mercado, muy competitivo y emprendedor, en guerra permanente, con muchos “cerebritos”, alta educación y muy respetado y conectado.
Finlandia, US$ 43 mil, unos 5,5 Mills de habitantes, modelo de bienestar. Altos índices de educación. Muy civilizado. El país de los Elfos.
Japón, US$ 41 mil, alrededor de 130 Mills de habitantes. Modelo de libre mercado y muy poco asistencialista. País ultra tecnológico e industrial. Muy civilizado y muy contradictorio entre el humanismo y el materialismo. El país único
Venezuela, US$ 11 mil ¿? Per cápita, 31 Mills de habitantes, Modelo asistencialista y estatal. Una naturaleza hermosa. Un tanto desordenado por decir lo menos. Todos conocemos personas así.
Volviendo a la pregunta inicial, a propósito de las campañas políticas de nuestro país. Creo que casi todos los ideales son representados por los candidatos, nuestro Chile, de US$ 22 mil, 17 Mills de habitantes, desea ser un país ideal. Las fórmulas y algoritmos representan sueños teóricos con números pragmáticos: “Industrializaremos el país”, “Todos serán iguales”, “las empresas dejarán de explotar”, “los ladrones se acabarán”, “creceremos en la riqueza”, “más asistencia, menos mercado”, “educación gratuita”, etc, etc.
Luego, por obviedad, caemos a los números, para lo cual no somos buenos como los finlandeses o Israelitas (ni siquiera sabemos leer) lo cual se nota en la mayoría de los candidatos y sus asesores. La inocente pregunta de ¿Y con que plata?
El famoso “Budget” o la plata para hacer lo que se promete o desea, “un destino de un país ideal, según mi propia definición, obvio “.
¿Qué de donde sacamos las lucas? de impuestos, de supuestos resultados de las mejoras por obtener, de ahorro, etc. Nada que una pyme o una persona no haga en sus cálculos, normalmente mentales o de servilleta, cuando desea comprar algo.
Luego vienen las medidas concretas…. “Que el Litio”, “Que el cobre”, “Que él % de Ciencia y tecnología”, “Que el programa asistencial X o Y”, “Nacionalizar empresas”, “Aumento y tecnología en la policía”, etc, etc. Puras medidas simples y “cosistas”, sacadas de Netflix o de programas científicos de TV, orientadas a lo que la gente desea escuchar, pero sin sentido integral de realidad. Platas por ahí, platas por allá, unos que se benefician, otros que se quejan. Repartija de soluciones a los grupos de poder, los con influencias o lo que tiene “sex appeal”.
Pero veamos la siguiente tabla[1]
Ahora, volvamos a la pregunta inicial. ¿Cuál es un país ideal?, y más fácil aún: ¿Cuál es el mejor país de la tabla? ¿Cuál es el mejor modelo político/económico? (Prohibido responder:” debemos hacer un camino propio, el camino chileno”)
Mi opinión: No existe respuesta, es una utopía. Los países son tan simples como las personas que los habitan. No hay personas ideales ni hay países ideales. Hay personas ordenadas que equilibran su potencial, con sus sueños y sus ingresos. Son más o menos felices o, mejor dicho, duermen mejor. Hay países ordenados, que gastan bien su dinero y se focalizan en lo que mejor son capaces de hacer, comenzando siempre por sus productos naturales (lo más fácil, lo que Dios les regaló). Lo primero es preguntarse: ¿Qué ventajas tengo? ¿Qué posibilidades tengo? ¿Qué tipo de educación y capacidades humanas y administrativas tengo? Luego hay que cumplir el objetivo con disciplina[3]. Eso requiere líderes que generen consenso.
Las complicadas fórmulas mágicas de los voceros del país, los que tienen el poder político y económico, y por tanto de los medios, son hipótesis basadas en supuestos teóricos engañosos y muchas veces posverdades. Son esencialmente grupos de interés que piden su porción en su propio segmento, argumentando que es la solución para todos: Científicos, tecnólogos, sectores políticos, empresarios, estudiantes, sindicatos, etc. Piden y piden, pero no ofrecen nada a cambio de su privilegio. No una supuesta mejora por osmosis, sino ¿que ponen en la mesa a cambio y que están dispuestos a entregar si no cumplen.?.
[1] https://atlas.media.mit.edu, otras fuentes varias.
[2] https://datos.bancomundial.org/indicator/NY.GDP.PCAP.PP.CD
[3] La disciplina supera la inteligencia, Dicho japonés.
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