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CAMBIO TECNOLÓGICO ELIMINA EL USO DEL LITIO EN BATERÍAS



NUEVO DESCUBRIMIENTO CIENTÍFICO DE NUEVA QUÍMICA EN LAS CELDAS. EFECTO EN INVERSIONES GLOBALES, GEOPOLÍTICA DE PAISES AFECTADOS Y EN VALORIZACIÓN DE EMPRESAS

Jaime Alée 23.03.2018

El primer análisis de esta noticia “eventual” es al menos alarmante y esta reacción, por la que probablemente usted va a leer esta columna, es un efecto de como el punto de convicción de las expectativas grandiosas es amenazado por algo que en su “yo” interno usted temía, pero no tenía las herramientas para evaluarlo con objetividad ya que en mundo en que vivimos hoy, todo puede pasar y como decía el legendario Andy Grove † ( fue CEO de Intel y creador de “Intel inside”) en su fabuloso libro “Only the Paranoid Survive”: - mi máximo temor es que mientras duermo alguien en otro lado del mundo está desarrollando mi futura destrucción como empresa-

Haremos un análisis de esta posibilidad de que ello ocurra usando información certificable y también usando el sentido común del mundo de los negocios de esta época, que no es el de la época de Mr. Grove. Veremos que piensa al final de leer esta columna…

Algunos datos básicos que es necesario considerar; PRIMERO: hay miles de millones de dólares en investigación aplicada para aumentar la densidad energética de la batería de litio, principalmente orientada al estudio de materiales y química. Ello con el fin de conseguir más energía/kilo y al mismo tiempo menor costo (US$/KWh) y mayor vida útil (ciclos de carga antes de desecharla). Nótese que son objetivos contradictorios por lo que es un “trade-off” muy complejo. SEGUNDO: Desde que se desarrolla una nueva tecnología en este nivel, pasan unos 10 años hasta que se incorpora en el mercado (como ocurrió con las baterías de Litio), primeramente, en los dispositivos más pequeños y unos años después se amplía a dispositivos más grandes (como la electromovilidad). Esto no ocurre desde el inventor; sino es la industria misma la que gradúa esa escalabilidad según su conveniencia económica. TERCERO: Un invento no es una innovación. Sólo un pequeño número de inventos patentados llega al mercado (<1%) y se transforma en innovación sólo en la medida que tengan éxito en su uso por los usuarios de este (otro<1%). CUARTO: El poder de la Industria actualmente, supera con creces a los poderes de los gobiernos y de los estados. Las nuevas tecnologías desarrolladas y promovidas por la industria tienen en jaque mate a los gobiernos que incluso temen que la propia democracia sea influenciada por la capacidad tecnológica de “sugerir” en el “insight” de los electores a quien elegir como gobernante o incluso la NASA observa como un empresario privado, en un acto desmedido y provocador, lanza un auto de su empresa al espacio con tecnología innovadora y con muchas posibilidades de suceder las décadas de investigación de la agencia estatal que tanto orgullo conlleva para los americanos.

Por ello es importante considerar quienes son los “drivers” del negocio del Litio y por tanto quienes tienen el control que esta noticia sea posible, los que no son ciertamente los países que lo producen. A mi juicio, los drivers finales es la industria del automóvil que mueve anualmente el doble del PGB de Brasil o 10 veces el de Chile. Ellos ya hicieron su apuesta por las baterías de Litio.

Los "drivers" ya hicieron su apuesta en el sentido del punto "CUARTO" del párrafo introductorio, la conveniencia económica. Las industrias de automóviles invierten miles de millones de dólares en cada modelo nuevo que sale al mercado. El diseño de un vehículo es algo complejo y condiciona una manufactura completa para producir millones de unidades idénticas que deben amortizar la inversión en dicho nuevo modelo. Igualmente condiciona una cadena de suministros o insumos de partes y piezas que deben alinearse a dicha producción en serie. Es posible que se corte la cadena o descontinúe el modelo, pero ello siempre será por un fracaso económico y nunca porque un descubrimiento tecnológico ofrece algo mejor. Eso queda postergado para después.

La batería de los autos eléctricos (35-40% del costo del auto) es la clave de la industria, mucho más importante que la parte mecánica. (Esta última también es superada por la invisible “inteligencia” de la parte electrónica que hoy es fundamental a los nuevos vehículos).

Mi razonamiento lógico es que en un momento de inicio de las apuestas de la electromovilidad con inversiones en curso de cientos de miles de millones de dólares en matrices productivas (no investigación) de nuevos modelos y consecuentemente en gigafactories de baterías para dichos vehículos, todo ello perfectamente sincronizado y prediseñado, no hay espacio para un cambio tecnológico tan grande como sustituir la esencia química de la celda de litio. El riesgo de introducir este cambio en demasiado grande y no tiene un sentido económico.

De hecho, la mayor “innovación” (repito la palabra, no es invención) respecto de los objetivos del punto "PRIMERO" del párrafo introductorio la entregó recientemente Tesla con la nueva celda de litio 2170 que reemplazará la 18650 que usan los actuales TESLA S, y que mejoraría la densidad de la batería en un 20% y bajaría los costos en otro 20%. Es decir, mayor autonomía a menor precio. Excelente. Lo interesante que usa la misma química, pero es una innovación orientada a la producción. Su diseño, su tamaño, su geometría, el hacer caber mas celdas en el mismo volumen del auto (usa cerca de 9.000). Conseguir esto desde la química es muy difícil, costoso e impracticable en el “timing” del siglo XXI.

Así fue también cuando Tesla decidió usar celdas cilíndricas de un tercero (Panasonic) en vez de las celdas prismáticas tradicionales y hechas por el propio automotor (NISSAN-NEC) cuando lanzó su famoso TESLA-S el año 2012. Fue una decisión industrial que cambió el paradigma hasta la fecha y generó un salto cuántico (salto de rana), tanto así que se transformó en un estándar. No hubo tanta investigación de ciencia básica en esto, más bien osadía y cálculos de acuerdo con intereses económicos. Lo siento, pero es verdad.

Mi conclusión

Me parece que la noticia que encabeza esta columna no tiene buena chance de ser verdad en los próximos 10-15 años al menos. No porque no sea posible, sino porque hay demasiados intereses económicos en juego en contra.

Por un lado hay una competencia desatada entre los fabricantes por el mercado de la electromovilidad

(curiosamente no vinculado a una creciente demanda ,sino a las fuertes presiones de China que quiere liderar geopolíticamente este campo tecnológico industrial, incluyendo la industria ligada al medio ambiente y energético, estableciendo “cuotas” proporcionales obligatorias de fabricación de autos eléctricos en relación a los autos convencionales que se vendan en el mercado Chino, el cual es el principal cliente de autos europeos en el mundo. O sea, la autorización de venta de tradicionales está amarrada a cuantos eléctricos se producen, lo cual es una jugada maestra de generación de demanda voluntarista. Igualmente influyen las fuertes regulaciones ambientalistas de la Unión Europea con sus plazos de muerte a los vehículos convencionales)

Por otro lado, es importante mencionar que en mi opinión el juego global es mucho más dramático y complejo que lo que se observa en las evaluaciones de los mercados financieros y de inversión tradicionales. En Chile por cierto ello es evidente.

Por ejemplo, un grupo estamos evaluando hace tiempo y con detalle la inversión en una planta de celdas de Litio. La gente que lo sabe, me indica que este hecho es una contradicción a los postulados de mis columnas sobre la materia prima.

Justamente es lo complejo del análisis holístico y estratégico del mercado que permite justificar los fundamentos de una inversión de este tipo y no está en nuestras ecuaciones que Chile tenga o no Litio. Esto es un dato no demasiado relevante.

Para aclarar de una vez por todas, el Litio es un buen negocio para Chile y para las empresas que lo producen, en el dominio del tamaño de su mercado respecto de otros. Mejor aún con los nuevos contratos y la estrategia seguida. “¡Chapeau!”.

A propósito de “dominios”, de allí extrapolar que va a llegar una industria de baterías o electromovilidad mágicamente por sólo este hecho, es ingenuo y poco realista. La provocación industrial viene desde otro mundo y es más sofisticada, no es fácil, pero es posible, si lo analizamos en su mérito y con evidencias propias a esa industria. Al menos yo creo en eso y lo practico consecuentemente, no sintiendo ninguna contradición en mi análisis.

Más aun, estoy convencido que hay reales ventanas de oportunidades temporales, principalmente porque el tema está en la carpeta por el marketing que tiene. Hay obstáculos también y falta de conocimiento del mercado.

Sugiero, tengo esperanzas, que el gobierno lo medite y analice en su particular contexto y desarrolle- con innovación- urgente y pragmáticamente políticas industriales proactivas más allá de las expectativas de desarrollo por osmosis.


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