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UN ANÁLISIS HETERODOXO SOBRE LA DEMANDA DE MATERIAS PRIMAS EN EL MUNDO. LITIO Y COBRE. -la demanda



My advice methodology is to develop models that link industrial phenomena in subsequent bases of potential effects in terms of a prospective analysis of a technological nature and consequently derive some probable events linked to the main drivers of the moment (short term). The hypothesis of the analysis is that the current technology exponential evolution generates high and relevant influences on a small core of companies(individuals) that dominate the know-how and consequently unbalancing the political, information and regulatory scenario in an uncontrolled way. Traditional methodologies of scenario projection need this intrinsic complement of volatility that is generated as waves impulses in short terms stages. The traditional methodologies of future modelling need this intrinsic complement of volatility very associated with emotional acts of some characters or small key groups, which must be followed, identified and predicted. The individual analysis prevails over the market analysis, which in a certain way is manipulated increasingly by insight vectors as artificial intelligence and learning machine tools.

Seguimos en español; en resumen :

-Pequeños grupos de conocimiento que dominan la evolución exponencial de la tecnología desbalancean la información política y regulatoria en forma descontrolada

-Volatilidad permanente como olas que llegan con frecuencia y en escenarios de corto plazo

-El análisis de prospección prevalece sobre estudios de mercado, siendo este último creado por vectores como inteligencia artificial y máquinas de aprendizaje neuronal

El mercado deberá ser intuido, la demanda es “creada” es el mundo del futuro; Ni Facebook, ni Dropbox, ni Tesla, ni Netflix, ni Waze, ni Uber desarrollaron sus modelos de negocio con un estudio de demanda. Descubrieron una necesidad que existía pero que los usuarios no podían declarar, estaba en su insight, no sabían que lo necesitaban.

Respecto del Litio,

Por ejemplo, adjunto un análisis que realicé comparando distintas proyecciones de demanda del carbonato de litio al 2025. Para ello utilicé análisis comparado en estado del arte de distintas proyecciones de estudios recientes de prestigiosas instituciones. Muchos de ellos se sustentan en datos referenciados de la demanda de vehículos eléctricos, sin embargo, yo me concentré en la demanda de energía y la masa de carbonato de litio por KWh o unidad de energía. El indicador que me entregó mi cálculo fue de 0,77 Kg/KWh de carbonato equivalente (M&S usa 0,7). El usar la demanda potencial de energía tiene la ventaja de dirigirse al driver principal, a mi juicio, que se desliga de los dispositivos muy masivos, como smartphones, pero insignificantes en su demanda energética. Por supuesto las baterías de autos eléctricos equivalentes a 10.000 baterías de smartphones cada uno, son el driver predilecto en las proyecciones.

Igualmente, el otro mercado “sospechado”,


las grandes baterías estacionarias para respaldo de energías intermitentes, aparecen intuitivamente con gran potencial, sin embargo, la realidad es que están relativamente sobrevalorados (La multimillonaria mega batería de Tesla instalada en Australia, la mayor del mundo, como respaldo de la red, tiene 100MWh, equivalente a apenas 1.000 autos Tesla S.). En un mundo donde se venden 100 Millones de autos cada año, estos números son insignificantes.

El análisis mencionado muestra que existe un potencial de demanda de entre 290-520 Kton de carbonato de Litio equivalente al año 2025. Esos son apenas 8 años más.


Fig.1 Demanda de Carbonato de Litio al año 2025

Esta rápida comparación realizada por mí, posiblemente con errores de aproximación, intenta ilustrar que, según proyecciones destacadas, la electromovilidad aportará entre 92 y 323 Kton. Los otros usuarios de baterías, incluyendo los ESS (baterías industriales como la mencionada previamente) apenas aportan unos 40GWh o sea unas 30 Kton, lo que debe sumarse a unas 100 Kton de uso en otros mercados tradicionales del Litio, como medicamentos, vidrio y otros. El rango final, a mi juicio, con las reservas del caso mencionadas en mis conclusiones al final, estará más cerca de 500 Kton que la cota inferior, la cual incluso es similar a la demanda actual, lo cual demuestra que la proyección de IEA es bastante conservadora con 2 millones de autos/año al 2025. Es evidente además que depende del tamaño promedio de la batería considerada. Algunos se las juegan por baterías de 60 KWh o más , otros por baterías más pequeñas.

Este simple análisis demuestra que en efecto la electromovilidad será quien “arrastre” el mercado del Litio.


Pero ¿quién “arrastra” la electromovilidad? ¿Por qué proyecciones tan disimiles? Mientras la agencia internacional de energía- IEA- declara una “incertidumbre” y es muy conservadora en sus cálculos (Anual Energy Outlook 2018 (Feb) EIA) los que dependerían de muchas variables complejas de cómo se comporte la demanda, proyecta al 2025 del orden 2 millones de autos eléctricos equivalentes puros/año (los plug-in aportan un tercio de un eléctrico puro, menos los híbridos con baterías de 4KWh).

Mientras tanto Bloomberg proyecta casi 7 millones de nuevos EV ese año y más de 40 millones al 2040.

Es el diseño..

La anomalía, a mi juicio, es que las proyecciones en general asumen que la demanda de autos eléctricos se comportará en función de precios v/s vehículos convencionales (TCO: total cost ownership) , sin embargo, en un análisis que desarrollé el año 2014, luego de un viaje a Estonia donde un subsidio enorme de US$ 8.000/auto dejaba los precios de los EV bajo los convencionales y sin embargo la demanda no se disparaba. En ese momento desarrollé la tesis que la demanda de autos no está ligada tanto a precios sino que al diseño. Los únicos autos disponibles en esa época eran los Nissan Leaf. O sea, los autos, en general, se compran porque “gustan”, satisfacen insights y los análisis de precios del consumidor sólo son justificativos que se usan para darse el “gusto”. Por ende, la demanda de autos eléctricos, una vez cumplidos los requisitos básicos de unos 380 Kms de rango y precios hasta un 30% sobre vehículos equivalentes ICE, crecerían por efecto del diseño, variedad y prestaciones de software incorporadas, tal como ocurre con los celulares. Ello podría disparar la demanda muy próximamente en el futuro cercano, más aún con la deformación del mercado impulsado por China, en sus cuotas obligatorias de oferta en el mercado chino. La cantidad de modelos previstos aceleraría la demanda más que la baja de precios.


Respecto del cobre (usado en los cátodos en forma de foil). En un cálculo de servilleta, calculé una demanda de cobre en baterías de litio de 0,6 Kg/KWh[1]. El motor de un auto eléctrico, como el Tesla, pesa unos 40Kg, cada uno, usa 2 motores y sus rotores podrían usar unos 10*2=20 kg extra de cobre por vehículo. Los cables e interconexiones son despreciables en el uso del cobre, por su poca masa. Ello implicaría que la demanda total de cobre (no diferencial, respecto de uno convencional) en un auto eléctrico sería, en el mejor de los casos, unos 55kgs. Ello implicaría que la demanda de cobre por los vehículos eléctricos al año 2025 sería de entre 50 Kton y 450 Kton (bastante más cercana a la cota superior) . Como el nivel de mercado de cobre es de aproximadamente 20 Millones de ton al año, el efecto sobre el cobre sería muy insignificante. Ello se contradice con la concurrida hipótesis que un auto eléctrico consume 70 Kg “extras” de cobre que un auto convencional y por ende significaría un boom en la demanda de este mineral, cálculo que nunca he logrado encontrar en detalle y apreciaría obtener.

Conclusiones:

Las proyecciones de demanda de materia prima en volúmenes usando como drivers mercados tecnológicos emergentes como electromovilidad, son muy impredecibles, debido al mencionado efecto Iota+Epsilon. Los números que se utilizan son poco confiables y por ende afectan los mercados futuros. En todo caso, las supuestas ventajas que esta nueva era industrial tendrá para los países que producen materia prima no son de ninguna manera claras y a mi juicio, la tecnología cada vez consume menos volumen de materia prima y más volumen de bits y sofisticados materiales más livianos y eficientes.

Chile produce Litio y Cobre, en abundancia, y tiene un rol importante en el mercado mundial.

En el Litio, más que por sus reservas, por su costo de oportunidad (está produciendo a toda máquina ahora mismo, en el momento de mayor gradiente de demanda) y por su muy bajo costo de explotación (el menor del mundo) lo que asegura certezas de excelentes utilidades para las empresas y también para el país, aunque los volúmenes en dinero no son tan grandes. Respecto del Cobre, en un mercado ya maduro, está perdiendo terreno en cuanto a sus costos de explotación, sus leyes y por tanto su beneficio económico está muy ligado a un precio y volumen incierto que en todo caso no debería crecer demasiado.

Me parece que las empresas que viven de estas industrias, los expertos que las dirigen, lo saben bien. Desconocemos sus estrategias de largo plazo al respecto.

Por otro lado, los países que creen que vivirán mayormente de estas industrias mineras, no me parece que lo tengan tan claro.

Mi opinión, sin más fundamentos que mi intuición y experiencia, mea culpa, es que la demanda de electromovilidad crecerá más que lo previsto, con una explosión exponencial a partir del año 2025, cuando sea “adquirido y socializado” por el mercado "creado" con estos fines. Ello estará basado en nuevos paradigmas de diseño y en voluntades políticas de gobiernos que “obligarán” que este mercado prospere (efecto Épsilon) o razones de supremacía tecnológica (efecto Iota). Ello ha ocurrido varias veces el último tiempo, por ejemplo, en los smartphones de alta gama o en las simples y costosas ampolletas Led, que proporcionan sólo luz, igual que sus antecesoras con cinco veces mayor precio unitario.

[1] Cálculo usado por SQM en modelo Chevy Volt de 60KWh


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